No tenía planeado escribir sobre esto. Sin embargo, ayer estaba intercambiando mensajes con un recruiter, head hunter, o como quiera que se llame ese trabajo, y me hizo la pregunta: What is your core strength these days? (En inglés: ¿En estos días cuál es tu fuerte o área de especialización?) Le respondí I would say I’m a jack of all trades (En inglés: diría que soy una persona de todos los oficios).
La expresión jack of all trades tiene una connotación negativa en los países de habla inglesa. La expresión, viene de un dicho popular: jack of all trades, master of none. Persona de todos los oficios, maestra de ninguno. Se cree que este tipo de personas, incapaces de especializarse en algo, son poco comprometidas y dispersas. Por esa razón, me sentí obligado a agregar: no considero que ser un generalista sea algo malo. He estado trabajando como independiente y eso tiene que venir con la “asombrosa” habilidad de adaptarse a las necesidades del cliente.
Durante mucho tiempo tuve problemas para aceptar esta faceta de mi personalidad: estudié Sistemas en la Universidad CAECE e Historia en la UBA al mismo tiempo. Terminé la carrera de Sistemas aunque ya me aburría para complacer a mis padres. Trabajé en muchas áreas y roles dentro del mundo tecnológico. Estudié Japonés, viví en Japón. Desde hace algunos años escribo ficción.
En algún punto cuando veía el 90% las ofertas laborales “buscamos un reactorjs, ninja coder python, back end java developer” me preguntaba qué carajo me pasaba. Me preguntaba si no me iría mucho mejor si me especializara solo en una cosa: si sólo fuera programador frontend de reactjs, o programador PHP + Laravel, etc.
¿Especializarse es bueno?
Muchos en el ambiente emprendedor recomiendan buscar un nicho y explotarlo al máximo. No creo que sea un mal consejo desde el punto de vista del negocio. Desde el punto de vista tecnológico me parece por lo menos discutible. Cuando yo empecé a trabajar con Angular hace dos años y unos meses iban por la versión 2. Me di vuelta para trabajar con otras cosas y ahora ya salió la versión BETA número 8. Por lo que entiendo, es completamente distinta a las primeras versiones, o sea que de todas formas hubiera tenido que reaprender varias veces los contenidos para adaptarme a los cambios. Además, hay que considerar la irrupción de las tecnologías de IA en el trabajo. Si bien el impacto está tremendamente exagerado, el desarrollo de inteligencia artificial está generando una gran conmoción en dos tipos de trabajo: el trabajo repetitivo, y el trabajo especializado. Hoy en día, se considera que desarrollo es una de las áreas que está más protegidas. ¿Pero por cuánto tiempo?
Las empresas no saben como encontrar buenos developers
Reflexión: Quizás sea difícil especializarse, pero es lo que las empresas demandan.
Tengo que confesar que me da un poco de risa cuando veo los avisos de HR pidiendo programadores SR en plataformas que existen hace muy pocos años. No existe la posibilidad de que exista alguien SR en una tecnología que no ha tenido tiempo de madurar, porque es muy reciente o cambia con mucha velocidad. Lo mismo me pasa cuando veo notas fatalistas en los diarios diciendo que se necesitan más programadores SR, que no hay suficientes ingenieros, y demás yerbas. La realidad es que hay mucho talento sub-aprovechado dando vueltas porque las empresas no saben reconocerlo. Ni siquiera empresas como Google tienen la varita mágica. Hace varios años, Max Howell, el creador de Homebrew, publicó el siguiente tweet: “Google: 90% de mis ingenieros usan el software que escribiste, pero no sos capaz de invertir un árbol binario en un pizarrón así que andate a la mierda”. Yo no conozco mucha gente que sea capaz de invertir un árbol binario en un pizarrón. Habiendo estado tanto en el rol de seleccionado como en el de selector técnico, he llegado a la conclusión de que en el caso de un developer los exámenes técnicos de todo tipo no sirven para nada. Lo único que garantiza que un desarrollador sea bueno es verlo en acción. No se puede certificar nada antes de eso. Si no es bueno en el rol, entonces para eso existen los períodos de prueba. Las empresas harían mejor si se enfocaran en averiguar los valores de esa persona y si están en sintonía con la cultura de la organización. ¿Pero cómo puedo contratar un programador sin hacerle un exámen para estar seguro de que es bueno?, preguntan al unísono el recruiter de HR y el jefe (no líder) de sistemas. De la misma forma que se contrata a un cirujano, a un científico o a cualquiera: averiguando sus antecedentes, chequeando sus referencias, etc. Básicamente moviendo el orto, y haciendo el trabajo que tiene que hacer. Que yo sepa (y tal vez me equivoque), nadie le pide a un neurocirujano que haga una lobotomía de prueba. No reniego de los exámenes en todos los casos. En puestos JR, con gente sin experiencia, pueden aportar algún dato mientras estén bien orientados. En puestos SR, solo sirven para que alguien se sienta más importante por 5 minutos y para que cuando las cosas no salgan bien se pueda descargar la culpa. ¡Pero le tomamos un exámen técnico!
Aceptar lo que uno es
En el proceso de emprender he aprendido que en lugar de luchar contra mi naturaleza, lo mejor que puedo hacer es aceptarla y potenciarla lo más posible como una ventaja competitiva o fortaleza. No significa que uno no deba luchar contra sus limitaciones, la lucha contra ellas no termina nunca y es parte del proceso de crecimiento personal y profesional. Sin embargo, me parece que la mejor estrategia para crecer más rápido es potenciar es (al menos en principio) tratar de potenciar las fortalezas porque la lucha contra las limitaciones puede ser desgastante. Fue en ese aprendizaje que descubrí la charla TED de Emilie Wapnick. Ella afirma que la cultura actual nos fuerza a especializarnos. No siempre fue así, en el renacimiento se consideraba importante tener saberes en diferentes áreas. [Comentario off topic mío: nadie le dijo a Leonardo da Vinci que se dedicara a hacer dibujitos nada más.] Pero que en la cultura actual se insiste desde la niñez en reforzar esa noción, y eso genera una gran ansiedad entre los que somos multipotenciales. Está perfecto que haya especialistas, se necesita ese tipo de personas, y hacen un gran equipo con los multipotenciales. Pero, aceptar la naturaleza multipotencial que uno tiene permite que uno aproveche sus beneficios: síntesis de ideas, aprendizaje rápido y adaptabilidad.
Síntesis de ideas: combinar dos campos distintos y crear algo nuevo en la intersección.
¿Qué habría pasado si yo hubiera aceptado en la adolescencia que la historia y la computación tenían el mismo grado de importancia? La imagen que ilustra a este artículo da una posible respuesta esa pregunta: el reconocido emprendedor, diseñador y programador de videojuegos Sid Meier, creo la serie “Sid Meier’s Civilization” a partir de sus múltiples intereses. En una entrevista en 2002 dijo que “la mayoría de mis ideas de juegos tienen origen en mi infancia, en las cosas que me fascinaron en algún punto. Piratas, aviones, trenes, historia, y la Guerra Civil, fueron mis intereses en algún momento”. Es el único que yo conozca que le pudo poner su nombre a varias series de productos, y ese nombre se convirtió en garatía de calidad. La serie Sid Meier’s Civilization todavía sigue sacando nuevas versiones veinte años después, sigue innovando el concepto y sigue siendo un éxito multimillonario.
Aprendizaje rápido: le he sacado bastante el jugo a este beneficio. Cómo uno está tan acostumbrado a aprender cosas nuevas, generalmente no es un gran problema empezar de cero. Porque en verdad, uno no empieza de cero. Ya se tiene la técnica de aprendizaje.
Adaptabilidad: la que mejor me representa. Yo hago lo que el cliente necesite que haga. Me considero un solucionador de problemas. No me contratan porque sea un especialista en algo sino porque les interesa resolver algo y yo soy bueno en eso.
En definitiva, aceptar lo que uno es puede traer grandes beneficios. Si uno es un especialista está bien, si uno es multipotencial también. Los dos tipos de personas son necesarios.